LOS HECHOS/ MENTIRAS DESPIADADAS

POR José Inés Figueroa Vitela

Dicen que hay varios tipos de mentiras, entre las que se incluyen las “mentiras piadosas”, que serían, aquellas que se dicen, “para no causar daños a terceros”.

Otra máxima es que a todo anverso, corresponde un reverso, o, hablando de verbos, se aludirá a los antonimos, para considerar como lo contrario a las antes mencionadas, lo que se denominará “mentiras despiadadas” y tendrán poe definición, “las que buscan hacer daño”.

Esas fueron las que pronunció, ante la Comisión de Anticorrupción y Atención Ciudadana del Congreso Local del Congreso Local, el titular de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción.

RAÚL RAMÍREZ CASTAÑEDA, quien fiel a los scripts panistas mandados desde Texas, ya hizo un intento de expiar sus culpas doliéndose de “persecución mediática”, se pasó por el arco del triunfo el juramento de decir verdad, pronunciado al inicio de su comparesencia.

Ninguna de las cifras, que por sí son pobres, en el rendimienro del cargo que le fue confiado, corresponden a la realidad, pues fuera de los asuntos de persecución política y despojo, ordenados por el exgobernador, prácticamente ninguna otra denuncia ha procedido.

En el informe anual de actividades, ante la propia representación popular, el llamado Fiscal Anricorrupción no reportó la ejecución de órdenes de aprehensión y unas semanas después, ahora dijo que van cinco o siete solicitadas con unas tres ejecutadas.

De entrada, un número tan pequeño no es como para no recordarlo -sería un hito en su gestión de tener muy presente-, pero la sospecha es que, en realidad, mintió y no hay tales ejecuciones judiciales.

Igual habló de 29 carpetas judicializadas, cuando en las vísperas solo eran 14, así como habló de 33 vinculados a proceso, que en la comparesencia legislativa anual eran once; un auténtico desdoblamiento increible.

De las sentencias condenatorias que ha logrado a partir de su trabajo en casi dos años de ejercicio, tampoco se acordó del número exacto, pero le ubicó en el rango de diez a quince, cuando en realidad iban solo dos, otra cifra “inolvidable”.

De “desfachatez”, calificó el partido MORENA, mayoritario en el congreso local, el perfil del Fiscal Anricorrupción a su paso por la representación popular, y se quedó corto en el señalamiento.

Faltar al juramento de decir verdad, ante los diputados, precisa una sanción puntual; otras mayores, los delitos que ahí confesó con marcado cisnismo:

Tráfico de influencias, nepotismo, desvío de recursos públicos, obstrucción y dilación de la justicia, perjurio, engaño a la autoridad, pérdida de la confianza, asociación delictuosa, por mencionar algunos.

La pregunta es hoy ¿hasta cuándo?

El amparo del juez federal cómplice del exgobernador y su pandilla, entre la que se cuenta, no puede seguir permitiendo que estos corruptos, encargados de los entes jurisdiccionales, sigan desviando el imperio de la justicia para los tamaulipecos.

La interrogante ciudadana debe calar hondo, por lo pronto, en los diputados de todos los parridos, para que privilegien el interés superior, del lado del imperio de la justicia, pqra que voten solo pensando en ello.

Y así se logre destrabar este nudo dejado exprofeso por quienes si no en la carcel, hace munco deberían estar en la calle, para la complicidad, la impunidad, el abuso y el despojo.

RAÚL RAMÍREZ no va a enjuiciar a sus cómplices, como no lo van a hacer IRVING, ESPINO o CERDA; no queda más que correrlos de parte del pueblo, representado en el Congreso, y ya don relefos dignis, resituir el estado de derecho y la justicia en Tamaulipas.

Hasta que pase eso, seguiremos secuestrados por esa banda de rufianes.

Benditas campañas adelantadas, los festejos para la madre ahora, como antes se vio en el día del niño, se multiplicaron por tantos aspirantes que hay para tanros cargos públicos que estarán en juego en las urnas el año entrante.

Esos eventos se sumaron a los que por tradición, las instituciones gubernamentales hacen por estas rechas.

En Victoria capital, desde las vísperas, el empresario de los productos de limpieza, TICO GARCÍA, trajo a sus vehículos con sonido perifoneando canciones alusivas y puso a sus empleados a repartir una flor, a cada dama que se enconrraran, por concurridos sectores, con las respecriva felicitación.

El dice ahora que no aspira, a un cargo de elección popular, sino a servir a los ciudadanos y aunque no milita ni simpatiza con partido político alguno, encuentra empatía con los “ecologistas”, que ya se sabe, iran en coalición con MORENA.

Ahí la fila es larga, de aspirantes a la nominación para la alcaldía, empesando por el alcalde en funciones, LALO GATTÁS BAEZ, quien ya se sabe, lo ha dicho recio y quedito, quiere competir por la reelección.

Como se han manifestado en ese destino, otros legisladores locales, activistas sociales y funcionarios de primer nivel, algunos de manera pública y otros a soto voce, con mayores o menores asideras.

Y eso, que pasa en Victoria, no es distinto para los 43 ayuntamientos, los 22 distritos locales y los ocho federales, más el entorno general estatal, al que atañe en esta elección, la renovación de las dos senadurías de mayoría, la de primera minoría y eventualmente alguna plurinominal.

77 cargos superiores, con sus respectivos suplentes, a los que se suman varios cientos de regidurías, insisto, en todos los casos, además con los espacios de representación proporcional.

Hasta ahora, la agenda sigue siendo de MORENA, porque las lagrimitas repartidas por El Cachorro panista no cuentan, no mueven ni a la conmiseración por las otras lágrimas líquidas, que cíclicamente derrama extrañando a su patrón.

Más allá se las cifras puntuales de la debacle panista, recien documentada a nivel nacional por un medio chilango, en el plano doméstico la más contuente referencia es la elección extraordinaria de senador, en la que el PAN con todo y sus aliados del PRI y el PRD, apenas rondaron el 20 por ciento de la votación emitida, contra el 70 de los morenos.

Esa aberración que significa el pertenecer a la bancasda del PRI pero actuar todo el tiempo como panista, llamado ÁNGEL COVARRUBIAS, recien dio una muestra de aquello, en las redes sociales.

Allá en Tampico, que fue el último bastión del panismo estatal, convocó a los cibernautas a que le respondieran por esa via, qué les gustaría mejorar, para que la ciudad siga creciendo.

En dos días de “tráfico” en la gran red, 17 ciudadanos le respondieron, algunos, confesando su residencia en lejanas tierras.

Con esa capacidad de convocatoria pensará que pueda reelegirse en el Congreso, o -perdón por lo descabellado de la presunción- buscar la nominación para la Presidencia Municipal.

Y así andan todos, empezando por el “patrón del mal”, quesque quiere ser Presidente… ¡plurinominal!

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