El caso de Ana Campa visibiliza desatenciones médicas en la liga femenil

Ciudad de México.- Aun cuando León reconoce que la futbolista Ana Campa no podrá volver a jugar tras recibir un ba-lonazo que le afectó la vista, el club no ha respondido a las peticiones de ayuda de la zaguera. Esta reacción visibiliza una laguna que arrastra la Liga Mx Femenil des-de su creación hace siete años: la desatención en cuestiones médicas, lo cual ha puesto en riesgo la salud de las futbolistas.

Sin la presencia de Campa o alguien que la representara, León dio ayer una conferencia en la que sólo hablaron Rodrigo Fernández, director deportivo del equipo, y Valentín Villalva, médico del club. La rueda de prensa fue una respuesta después de que la jugadora señaló que no ha tenido un respaldo por parte del plantel e incluso debe tramitar por ella misma y sola su incapacidad permanente con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Fernández dijo ser consciente de que Campa no va a poder seguir haciendo su carrera deportiva. Sin embargo, insistió en que sólo el IMSS puede determinar la incapacidad permanente.

Las palabras del directivo tampoco concuerdan con la versión que la jugadora ha sostenido tanto en redes sociales como en una entrevista que concedió a La Jornada. La futbolista narró que al sufrir la lesión durante un entrenamiento, el club sólo le puso hielo en los ojos, le dio ibuprofeno y la mandó a casa.

Campa tuvo que buscar por su cuenta a un especialista, el cual le diagnosticó 15 días después de la lesión un desgarre de retina del ojo derecho, lesión que le ha afectado la visión.

Algunas jugadoras han pasado algo similar, pero no pueden hablar. Este es el caso que conocemos, pero hay muchas más de las que no llegamos a saber su situación, expresó la abogada del deporte Angélica Islas, quien trabajó para la Asociación Mexicana de Futbolistas.

El caso de Campa ha sido el más evidente respecto de las desatenciones médicas que enfrentan las jugadoras. Si bien la Liga Mx ha destacado el crecimiento mediático del torneo y hay planteles como Tigres con fuertes inversiones en la categoría, aún hay clubes que no cubren de manera adecuada los cuidados para la salud de las futbolistas.

Integrante de Cruz Azul jugó con fractura

Otro casos de negligencia médica ocurió fue en Cruz Azul. Esta casa editorial publicó el 9 de noviembre del año pasado el testimonio bajo anonimato, por temor a represalias, de una futbolista de La Máquina que jugó cuatro meses con una fractura en el dedo de un pie. Aun cuando ella se quejó de un intenso dolor, fue tiempo después cuando un doctor particular detectó el verdadero problema que tenía.

La futbolista pasó un torneo en recuperación, lapso en el que se terminó su contrato. Cuando ella intentó hablar con la directiva para ver la posibilidad de una renovación, la respuesta fue que no la tenían considerada porque no ha-bía jugado.

Era ilógico, sabían que no estuve (en la cancha) por negligencias, por malas decisiones, no pude es-tar porque no me dejaron. Decidieron no renovarme. Ningún equipo me iba a tomar así, sin un alta, sin estar rehabilitada al cien por ciento. Me dieron la espalda muy feo cuando uno juega por amor al equipo, indicó la futbolista a este diario.

Su testimonio también puso el foco en una diferencia trascendental con la de los equipos varoniles: con nosotras lo más que se puedan ahorrar lo hacen, por eso tarda-ron los estudios.

En el estadio Cuauhtémoc también hubo hace unas semanas otra situación que dejó al descubierto este tipo de negligencias, cuando la jugadora de Tigres, Nayeli Rangel, sufrió una fractura en el rostro y sus compañeras Fernanda Elizondo y Anika Rodríguez tuvieron que llevar una camilla para que saliera del terreno de juego ante la falta de un carro de emergencias.

El episodio desató polémica en redes sociales, debido a la aparente falta de personal capacitado para cumplir con el protocolo de conmociones que exige la Liga Mx. Una herramienta que se ha buscado perfeccionar para el cuidado de la salud de las y los jugadores y la cual no se aplicó de manera correcta.

FIFpro, el sindicato internacional de los futbolistas, también ha revelado la falta de electrocardiogramas y estudios médicos adecuados en las categorías femeniles de varios países.

Incluso señaló que una de cada 10 jugadoras que participaron en el Mundial de 2023 no recibió un examen médico antes del torneo, mientras 22 por ciento no se hicieron un electrocardiograma, pruebas exigidas por la FIFA.

En México, aun cuando la situación de Campa es delicada, el club León sigue sin buscar un diálogo conciliador. La zaguera lo único que pide es respaldo, pues no sólo su carrera se vio cancelada, sino que debido a la gravedad de la lesión su proyecto de vida cambió por completo.

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