Tiene México siete de las 10 ciudades más violentas

  • Los tres países que encabezan la lista tienen en común que son un “Estado fallido”

Ciudad de México.- Un total de siete ciudades de México se encuentran entre las 10 más violentas a nivel mundial según el “Ranking (2023) de las 50 ciudades más violentas del mundo” presentado ayer por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal AC.

Es la séptima ocasión consecutiva que una ciudad mexicana es la más violenta del mundo y se trata de Colima, en el Estado del mismo nombre, con un promedio de 140.32 homicidios por cada 100 mil habitantes y repite en el primer lugar tras ocupar el mismo puesto en el año 2022.

El segundo lugar lo ocupa también una ciudad mexicana, se trata de Obregón, Sonora, la cual tuvo una incidencia de 117.83 homicidios por cada 100 mil habitantes; el tercer sitio corresponde a Puerto Príncipe, Haití.

Las otras ciudades mexicanas que se encuentran en el top 10 son Zamora, Michoacán (lugar 4); Manzanillo, Colima (5); Tijuana, Baja California (6); Zacatecas, Zacatecas (7) y Ciudad Juárez, Chihuahua (10); el top lo complementan Guayaquil, Ecuador (8) y Mandela Bay, en Sudáfrica (9).

Este ranking ha tenido 16 ediciones y en 10 de ellas, una ciudad de México ha encabezado la lista. En el caso de los tres países, el Consejo Ciudadano explicó que hay un factor predominante que acerca a un “Estado fallido” en el que se pierde el monopolio de la violencia en favor de grupos criminales.

“El común denominador de los tres países es que se han adentrado considerablemente en el terreno del ‘Estado fallido’, condición en la cual el Estado pierde el monopolio de la violencia en favor de grupos violentos que van constituyendo un poder paralelo”, señalaron.

El organismo responsabilizó de la crisis de inseguridad, en el caso de México, a gobiernos por sus omisiones en materia de seguridad y critican la política de “abrazos, no balazos” del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador la cual permite que los grupos de la delincuencia organizada ejerzan violencia con total impunidad.

“La situación de México es el resultado de gobiernos omisos en su obligación legal de garantizar la seguridad de los gobernados. Pero de estas omisiones la peor ha sido la que se basa en la consigna de “abrazos, no balazos” del Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Esta política no es otra que la de permitir que los grupos criminales ejerzan violencia con casi absoluta impunidad”.

Sobre Ecuador, el organismo señala que, si bien hasta hace cuatro años había bajos niveles de criminalidad, la nación sudamericana enfrenta una crisis por la forma de operar de grupos criminales en la que, incluso, influyen organizaciones delictivas de México que han extendido sus redes hasta la nación sudamericana.

De Haití, revelan que padecen la inseguridad debido a años de inestabilidad, debilidad institucional y casi nula vigencia del Estado de Derecho, así como las afectaciones causadas por desastres naturales que han conducido a la capital, Puerto Príncipe, en un sitio operado por criminales quienes controlan hasta 80% de la ciudad.

En el ranking, hay nueve ciudades mexicanas que están consideradas entre las más violentas, además de las anteriores: se trata de Celaya, Guanajuato; Cuernavaca, Morelos; Acapulco, Guerrero; Uruapan, Michoacán; Irapuato y León, Guanajuato; Chihuahua, Chihuahua; Cancún, Quintana Roo y Morelia, Michoacán.

Señalan subregistros en homicidios

Como parte de la presentación del “Ranking (2023) de las 50 ciudades más violentas del mundo” por parte del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal AC, el organismo señaló la posibilidad de un subregistro en las cifras de homicidios en México. Acusaron que hay una “operación inocultable para esconder las cifras reales” y lo atribuyen a las discrepancias que presentan el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) y el Inegi, al poner de ejemplo que el organismo de estadística registró menos homicidios en 2022 en varios Estados respecto a la cifra oficial, entre ellos, en Jalisco.

“En 2022 el SNSP registró 39% más homicidios que el Inegi en el Estado de Veracruz, 31% más en Durango, 29% más en Oaxaca, 17% más en Ciudad de México y 14% más en Jalisco”, se indicó.

El Consejo Ciudadano puso de ejemplo que entre los casos denunciados está el de la familia LeBaron, ocurrido en 2019 y que, de forma oficial, se consignaron menos víctimas del crimen de lo que sucedió. “Entre los casos denunciados está el del monstruoso asesinato de nueve familiares de LeBaron, en su mayoría niños: oficialmente se consignaron cinco víctimas de homicidio, cuando fueron nueve”, señalaron. Por ello, el organismo exigió al Inegi dar cuentas respecto a las posibles discrepancias y que no se sumen a lo que llamaron “gran maniobra de falsificación”. Además, cuestionaron el censo nacional sobre personas desaparecidas, al acusar que buscan eliminar los registros de 40 mil personas en México.

En contraparte, el Consejo Ciudadano reconoció los ejemplos de países como Guatemala, El Salvador y Honduras para reducir los índices criminales: en el caso de la ciudad de Guatemala, resaltaron que salió del ranking desde el año 2020; San Salvador salió en el año 2019 y la caída de la violencia tuvo niveles récord a nivel mundial. En el caso de las ciudades Distrito Central y San Pedro Sula, de Honduras, se ubican en los lugares 48 y 50 y a punto de salir del ranking pese a que la segunda ciudad ocupó el primer lugar por cuatro años consecutivos.

Del ranking salieron estas ciudades: Mossoró, Natal y Vitória da Conquista (Brasil); Ensenada y San Luis Potosí (México); Philadelphia y Milwaukee (Estados Unidos) y San Juan (Puerto Rico). En lugar de las ocho que salieron, ingresaron; Caruaru, Macapá y Porto Velho (Brasil); Barranquilla y Sincelejo (Colombia); Washington (Estados Unidos); Manzanillo (México) y Puerto España (Trinidad y Tobago).

Invita a líderes religiosos a mesas de seguridad

El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, expuso ayer que los líderes religiosos mexicanos deben formar parte de las mesas de seguridad que promueven las autoridades y buscan ser parte de las soluciones a los problemas de inseguridad y violencia que sufre el país.

“Me reuní con líderes religiosos para conocer más sobre la realidad que viven en sus comunidades. Es importante que sean parte de la mesa de seguridad para fortalecer el trabajo conjunto para proteger el bienestar y la prosperidad de nuestras naciones”, apuntó Salazar en un mensaje en la red social X.

Posteriormente, en un comunicado, Salazar dijo que al reunirse con líderes religiosos conoció “más a detalle la realidad que viven en sus comunidades” y constató “que quieren ser parte de las soluciones, desde la seguridad hasta colaborar para prevenir las adicciones”.

Además, destacó “la importancia del diálogo interreligioso para trabajar en nuestra seguridad”.

Hace una semana, sacerdotes en Chilpancingo, Guerrero, consiguieron una tregua para que grupos delincuenciales frenaran los ataques en la ciudad, paralizada desde hace semanas por asesinatos de transportistas y amenazas que han llevado al cierre de negocios y escuelas.

Los obispos dialogaron con los criminales, quienes sólo accedieron a frenar las agresiones en Chilpancingo, aunque los curas buscan que la tregua se extienda a otros puntos del Estado, uno de los más violentos del país.

En el comunicado, Salazar informó sobre su visita de dos días a la ciudad de Culiacán, capital de Sinaloa, donde se reunió con el gobernador Rubén Rocha, el secretario de Agricultura de México Víctor Villalobos, autoridades, representantes del sector privado, periodistas, líderes religiosos y productores agrícolas.

“Estamos comprometidos para colaborar para aprovechar aún más las oportunidades que surgen de nuestra integración, el T-MEC y el nearshoring, mientras avanzamos en la prioridad compartida de la seguridad para proteger el bienestar de nuestras naciones del veneno de fentanilo y el tráfico ilegal de armas”, apuntó.

El diplomático dijo que “sin seguridad no hay prosperidad”, por lo que reiteró el compromiso del Gobierno de los Estados Unidos para colaborar con el Gobierno de México, las autoridades locales, el sector privado y la sociedad “para avanzar en la protección de la seguridad de las personas”.

Además, reafirmó el compromiso de Estados Unidos para ampliar los lazos comerciales, como sucede con el sector agrícola de Sinaloa, el cual es de gran importancia para la seguridad alimentaria de América del Norte.

También dijo que durante su visita dialogó con periodistas del estado de Sinaloa para conocer sus perspectivas, reiterando el compromiso de Estados Unidos “con la prensa libre y para que los profesionales de la comunicación y los periodistas puedan realizar su labor de manera segura”.

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