POR José Inés Figueroa Vitela
Mantengo mis dudas; espero poder abundar en deslindes y puntualizaciones.
Por los caminos globales de la red me puse a buscar información sobre el presunto reo tamaulipeco, enviado en la cuerda de extradición a los Estados Unidos por el gobierno mexicano.
Algunos medios, conocidos por el manejo tendencioso de la información, su proclividad a la derecha y animadversión a todo lo que huela a Movimiento de Regeneración Nacional, MORENA, propagaron la especie de que el tal JOSÉ FRANCISCO MENDOZA GÓMEZ, trabó contratos multimillonarios con el gobierno de Tamaulipas en el actual sexenio.
De ambos oficios, como violentador del órden jurídico y como prestador de obras y servicios al Estado, encontré referencias en la red, pero en frentes tan disímbolos y distantes, que resultan increíbles.
Con ese nombre, hay persona -o personas- procesadas penalmente y detenidas en Veracruz, Querétaro, el Estado de México y hasta en los Estados Unidos, tramitando amparos aquí y allende el río Bravo, pero que no necesariamente tengan que ser el mismo.
Un JOSÉ FRANCISCO MENDOZA GÓMEZ, también aparece como proveedor del área de la construcción para el gobierno de España, con contratos constantes durante la última década en la región de las Islas Canarias, puntualmente publicados en las páginas oficiales.
Ayer las versiones domésticas seguían siendo confusas.
Que si realmente estaba en la cuerda de reos extraditados, pues existían versiones en contrario y que si se trataba de la misma persona que aparecía en el padrón de proveedores del Estado, no a partir de este sexenio, sino desde administraciones anteriores.
Por eso no me atrevo a hacer comentarios concluyentes; hay paja por quitar en el ruido mediático del momento, e información por confirmar, en fuentes confiables, profesionales e independientes, que pueda decirnos precisamente de qué se trata.
El Gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, a su arribo a Palacio de Gobierno, ayer, compartió con los medios, los alcances de su reciente agenda cumplida en la capital del país.
Desde los encuentros con el alto mando del Banco Nacional de Obras y Servicios, hasta la mesa de trabajo sostenida con el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del país, OMAR GARCÍA HARFUCH.
En BANOBRAS, explorando la eventualidad de financiamientos blandos para el desarrollo de infraestructura autorizada y proyectada.
Incluida la ampliación del Puente Libre Comercio Nuevo Laredo III, la construcción de la segunda fase del Puerto del Norte en Matamoros y obras carreteras que iniciarán brincando el año, entre otras.
Y de la SSPC y su titular, ya sabe, la coordinación estrecha, el intercambio de información y colaboración para mantener y aumentar el ritmo de disminución en la incidencia delictiva en Tamaulipas, que ya reportan los indicadores, en el récord del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Nacional.
En el Tribunal Electoral de Tamaulipas, el Magistrado Presidente RENÉ OSIRIS SÁNCHEZ designó y dio posesión al abogado RAFAEL LUNA VÁZQUEZ como Secretario General de Acuerdos.
Se venía desempeñando como Secretario de Estudios y Cuenta de una de las ponencias y desconozco se es la misma persona, u homónimo de un regidor del ayuntamiento neolonés de García, en el trienio 2015-2018.
Dentro del mismo TRIELTAM está próxima la conclusión de la gestión de la Magistrada BLANCA HERNÁNDEZ ROJAS.
Si en el Senado siguen postergando las designaciones, con su salida ya serán mayoría los empleados que asumen funciones, “de manera provisional”, contra los Magistrados formalmente electos.
Los mercaderes de espejitos ya andan haciendo su tendido, ofreciendo fórmulas mágicas para acceder al cariño de las cúpulas y los fantasmagóricos espacios de poder de futuro.
No se cumple un año de la gestión de los actuales alcaldes, pero los mercachifles, cuan galanes de arrabal, andan queriendo bajarle la moral a las doncellas y quijotillos que andan en pos de esa presa, para venderles ajuar y maquillaje, el camino pues, hacia su conquista.
Hasta ahora, a nadie han convencido.
Como nunca en el pasado lo hicieron.
Pero ellos siguen, “haciendo su luchita”, a ver qué ingenuo o ingenua, les llena la tripa de mal año.