POR José Ines Figueroa Vitela
Hace mucho que no sorprenden a nadie.
La antimarcha para que RICARDO SALINAS PLIEGO pague impuestos y pierda su mote -“el tío Richie”- resultó todo un éxito.
Ya sabe, si los jóvenes en todo el país salían a hacer desmanes, causar destrozos e incendiar la vía pública, amenazaría con subirle el tono a la ingobernabilidad para mantenerse impune en la evasión de impuestos.
En Estados Unidos ya tuvo que aceptar que debe y tendrá que pagar a los inversionistas que compraron bonos de sus empresas y él se ha negado a devolverles el capital con los réditos, a lo largo de varios años de litigio que ya terminaron en sentencia.
Acá ya no goza de los jueces y magistrados corruptos que lo estuvieron amparando para que no cumpliera, como todos los ciudadanos, con el pago de sus impuestos, miles de millones entre los que están hasta los pagos de IVA y otras retenciones hechas a los consumidores de sus negocios.
Como su miseria y abuso están expuestos, la gente está sacando el dinero de banco azteca, han dejado de comprar en Elektra y ya aburrió con sus comentarista en TV Azteca defendiendo lo indefendible y atacando al gobierno con la peregrina idea de que así seguirá exento de sus responsabilidades fiscales.
Total que solo un puñado de viejos y renegados prianistas respondió a su convocatoria y la de los demás privilegiados del antiguo régimen, autores de la masiva depauperación de los mexicanos, mientras ellos engordaban sus cuentas y se desvivían en lujos y excesos.
La Generación Z no se ganchó con la engañifa de que andaban luchando por sus intereses, por su presente y por su futuro, en los municipios tamaulipecos.
Las movilizaciones en la capital del país y dos tres plazas más, obedecieron a otros intereses inducidos, la gente no sabía ni el motivo de la movilización y los enterados, estaban ciertos que iban a cambio de un beneficio particular, ciertamente efímero.
El entorno de la mentada convocatoria “Z”, que de juventud no tuvo nada, acá lo hemos conocido perfectamente y lo seguimos padeciendo, con el paso de los CDV por el usufructo del poder público estatal.
De qué tamaño no es el cinismo de esos delincuentes, que se atreven a criticar en las autoridades actuantes, los abandonos y delitos que ellos cometieron con amplitud de incidencias.
“Por la violencia, los cobros de piso, los desaparecidos y el miedo que vivimos todos los días en Tamaulipas, presenté un plan real de paz y justicia. Un plan hecho para proteger a la gente, no para llenar discursos vacíos”, se atrevió a publicar, con sobrada limitación intelectual y sorna, el hermano del ex prófugo en sus redes sociales.
¿Cuál violencia? ¿La de los GOPES incinerando migrantes vivos, sacando personas de sus casas para ejecutarlas en simulados enfrentamientos, cociendo de balas profesionistas desarmados e inocentes?
¿Cuál cobro de piso? El que FRANCISCO instauró con una hacienda paralela cuando se estrenó en un cargo de gobierno, en el ayuntamiento de Reynosa y luego multiplicó como Gobernador, asociándose al huachicol fiscal y el cobró a transmigrantes y loteros?
¿De cuales desaparecidos habla? ¿De los que se dieron en su sexenio convirtiendo a Tamaulipas en el nada honroso primer lugar de ese delito, aun sin contar los que ocultaron de manera grosera y cuyas familias permanecieron en reclamo hasta los últimos días de su sexenio cuando él ya se había evadido a Texas?
¿Miedo? miedo deben tener a que se haga justicia y todo parece indicar que sí se hará más temprano que tarde.
No va a ser con esas denuncias y reclamos de papel, como van a volverse a evadir de pagar por todos sus delitos diciéndose víctimas de la persecución oficial “por sus dichos”.
Los hechos son los que cuentan, las pruebas, lo público y notorio que fue la forma como actuaron con absoluta impunidad, robando al pueblo por incontables frentes.
Cuando termine su impunidad, otras tantas impunidades se vendrán abajo y de esa percepción, igual los delitos menguarán y la sociedad se sentirá satisfecha.
Hasta ahora, nadie ha negado una firma para que la Corte eche abajo el amparo otorgado por el anterior Poder Judicial corrupto, para que no le ejecuten la órden de aprehensión que existe en su contra.
Que así sea.
