Ciudad de México.- La manipulación de competencias deportivas, definida comúnmente como el arreglo de partidos o la alteración de resultados en un torneo, representa una amenaza compleja en relación con la Copa Mundial de la FIFA 2026 en México, Estados Unidos y Canadá. De acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC), los grupos que operan apuestas ilegales han aprovechado los marcos jurídicos y las estructuras de gobernanza de las organizaciones deportivas locales, como la Federación Mexicana de Futbol (FMF), que no están adaptadas para hacer frente a la delincuencia.
Aunque existen ejemplos de cooperación entre organismos deportivos y autoridades de justicia, el rápido crecimiento de la industria de las apuestas, los avances tecnológicos y la afluencia de millones de dólares al más alto nivel del deporte profesional obligan a reforzar los marcos legislativos y reglamentarios ante el riesgo de corrupción en las competencias, señala la UNODC. “Con frecuencia pensamos que el deporte es un asunto independiente, pero, cuando el crimen organizado está involucrado, los gobiernos e instituciones de impartición de justicia deben dar un paso al frente”, afirma Ronan O’Laoire, titular del programa Salvaguardar el deporte de la corrupción y el delito.
En el área de inteligencia de la FBI, las autoridades advierten que las organizaciones criminales encuentran en las diversas formas de apuestas disponibles –número de tarjetas amarillas, penales, goles, marcadores al medio tiempo– un mecanismo para el blanqueo de dinero mediante la obtención de información confidencial: quién está enfermo o quién se lesionó, todo sirve en el mercado ilegal. “Los actores del crimen organizado aprovechan la vulnerabilidad de ciertos atletas, extorsionan a sus familias, establecen relaciones aparentemente amistosas que resultan un negocio millonario”.
Según estimaciones de la Oficina Europea de Policía (Europol), casi 65 por ciento del mercado mundial de las apuestas se encuentra en Asia, pero es en los sectores no regulados o ilegales donde los grupos delictivos organizados –implicados en el blanqueo de dinero y la extorsión de atletas– son un motor del arreglo de partidos. La UNODC calcula que las ganancias por actividades ilícitas ascienden cada año a 140 mil millones de dólares y el importe en dichas industrias oscila entre 340 mil y 1.7 billones de dólares. “El mercado sigue siendo sólido en Estados Unidos, a pesar de nuestros esfuerzos de combate”, reconoce la especialista de l FBI.
En conjunto con la UNODC, el secretario general y director jurídico de la FMF, Íñigo Riestra, informó en mayo pasado que trabajaría en el planteamiento y análisis de una iniciativa de ley que castigue con cárcel a quienes incurran en este ilícito, a partir de los casos de amaño de partidos que la Comisión Disciplinaria detectó en la segunda y tercera división profesional. “El propósito es que no sólo exista una legislación, sino que las instituciones de procuración de justicia tengan capacidades para investigar estos casos”, expresó el pasado 10 de junio a La Jornada Luz María Guzmán, titular del programa anticorrupción de la Oficina de Naciones Unidas.
A tres meses de aquel anuncio, Riestra admite que “no hay todavía una iniciativa presentada”, aunque “trabajamos en la capacitación con la Asociación de Futbolistas Profesionales, los clubes y jugadores, que es lo que nos toca hacer a nosotros”. La UNODC ha identificado 47 países con normas relativas a la manipulación de competencias –Argentina, Brasil, Italia, El Salvador, entre ellos–, pero también otros que utilizan legislaciones diferentes para atacar el problema. “No es que hoy nos preocupen más o menos los casos de amaño de partido, cualquier conducta que vaya en contra de los reglamentos se tiene que sancionar”, añade el directivo.
En el informe presentado ayer al inaugurar el taller “Protegiendo el deporte en México: Enfoque en la lucha contra la manipulación de competencias”, la UNODC hace un recuento de los escándalos e investigaciones en curso que han expuesto las vulnerabilidades del sistema deportivo y las faltas de denuncia o cooperación con una investigación. En el caso del futbol mexicano destaca la suspensión por seis años de una jugadora del Mazatlán FC que presuntamente participó este año en el amaño de un partido y una multa de 177.6 millones de pesos que la Comisión Federal de Competencia Económica impuso en 2021 a 17 clubes de la Liga Mx por prácticas monopólicas.
“La corrupción es el peor enemigo del deporte. No sólo roba recursos, sino también destruye la confianza, la equidad y el espíritu de competencia”, expone Marco Antonio Arriola Valenzuela, consejero titular de vigilancia electoral deportiva en la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte. “En la Conade estamos convencidos de la transparencia como pilar fundamental para combatir este problema. No es un simple compromiso burocrático, significa rendir cuentas”.
Desde noviembre de 2024, la Comisión Disciplinaria de la FMF tiene en sus archivos las prácticas detectadas en la Liga Premier, división en la que las franquicias no firman lucrativos contratos y los jugadores se ven obligados a costear sus gastos. Meses después de imponer una pena combinada de 57 años de castigo a jugadores del club Real Apodaca y Correcaminos por manipular un encuentro disputado en noviembre de 2024, otros dos elementos del Real Zamora y Aguacateros Club Deportivo Uruapan también estuvieron involucrados con apuestas ilegales, el 3 y 29 de abril. “Hay deportistas que tienen adicciones a las apuestas, ese es otro factor de riesgo”, apunta O’Laire, experto de la UNODC. “Para anticiparnos a estos riesgos en el Mundial, es necesario pasar de la teoría a la práctica”.