Ciudad de México.- Argentina y Colombia, selecciones agrupadas en la Conmebol y con jugadores que son figuras en el futbol de Europa, pertenecen a una élite en la que México no es potencia. Contrario a lo que ocurre en Concacaf, donde gana torneos con comodidad a naciones de menor trascendencia en este deporte, el nivel del representativo nacional no alcanza con los máximos representantes de otras regiones, coinciden los ex seleccionados Luis García y Carlos Hermosillo, con los resultados en el Mundial Sub-20 de la FIFA (2-0, en cuartos de final con la Albiceleste) y la goleada en Arlington ante los colombianos (4-0) como referencia.
A menos de un año de la Copa 2026, las derrotas del plantel juvenil y mayor reviven episodios oscuros de pasadas citas internacionales. Con la Albiceleste, los juegos de eliminación directa sólo valieron eliminaciones (1930, 2006, 2010 y 2022), ahora también en torneos con límite de edad. “Hay jugadores como Gilberto Mora, Obed Vargas, Elías Montiel, Alexei Domínguez, Iker Fimbres y Emmanuel Ochoa que dejaron muy clara su calidad”, resalta el ex delantero de Cruz Azul, Carlos Hermosillo, para marcar un contraste con lo que sucede en el representativo que dirige Javier Aguirre, “donde algunos no están para representar al país en un Mundial”.
Desde la edición en Colombia 2011 que valió el tercer puesto, las selecciones Sub-20 de México no volvieron a jugar una semifinal. Durante ese tiempo, enfrentaron a rivales como España (2013), Serbia (2015), Inglaterra (2017), Italia y Ecuador (2019), además de Argentina (2025), la mayoría de ellos monarcas del mundo, a los cuales no pudo imponerse para avanzar de ronda. Lo mismo ocurre con el plantel de más experiencia. Si los Mundiales tienen un peso histórico, el Tricolor nunca ha sabido adentrarse al quinto partido de un torneo celebrado fuera de su país. La única vez que lo hizo fue en México 1986, en condición de anfitrión.
“Cuando los rivales de élite se conectan, como pasó antes con Suiza y Turquía, es muy difícil poder soportarlos. Para esto le alcanza al equipo mexicano, con esto contenderá en el Mundial. Si nos vamos a abrazar al peso del estadio Azteca, estamos equivocados”, advierte el ex seleccionado y también mundialista Luis García, crítico del bajo nivel que existe en los torneos de Concacaf en relación con otras confederaciones como la UEFA y Conmebol, incluso también con la región de Asia. En la pasada fecha FIFA de septiembre, los empates ante Japón (0-0) y Corea del Sur (2-2), rivales ya clasificados a la Copa de 2026, marcaron el primer contraste.
“Es lo que hay”
“Me cuesta mucho trabajo decir que esta selección está del carajo, que no sirve para nada, porque no es así. Colombia y Turquía, como Japón y Corea, tienen jugadores de élite. Y este es el nivel de México, es lo que hay. Colombia no es el pentacampeón Brasil; tampoco España, Francia o Argentina, que son candidatas a serlo; es una segunda línea de esa élite y México no está ni cerca de ese nivel”, argumenta García en un análisis que coincide con la visión de Hermosillo, su antiguo compañero en Estados Unidos 1994. “No tenemos más”, sostiene. “Nuestra realidad es ésta. Nunca me ha gustado ser conformista, pero sí creo que debemos ser realistas”.
Además de enfrentar a Ecuador, segunda mejor clasificada en las eliminatorias de Sudamérica y visitante el martes en el estadio Akron, México tiene dos amistosos más contra naciones de Conmebol (Uruguay y Paraguay) correspondientes a la fecha FIFA de noviembre: el 15, en el estadio TSM Corona, ante la Celeste de Marcelo Bielsa, y tres días después, en San Antonio, frente a la Albirroja. Para dicha convocatoria, el seleccionador nacional Javier Aguirre tiene en su lista de posibles llamados a elementos de la Sub-20, desde el mediocampista de 16 años, Gilberto Mora, hasta los jóvenes Obed Vargas y Elías Montiel, quienes destacaron en la pasada justa mundialista.
Tras la derrota por cuatro goles con los colombianos, el plantel mexicano trasladó ayer su centro de operaciones a la Perla Tapatía, donde algunos jugadores convivieron con aficionados en el hotel de concentración.