Ciuad de México.- En la antesala de la Copa Mundial 2026, la Unidad Antidopaje de la FIFA ha intensificado el cerco a las sustancias prohibidas. Durante el periodo 2024-2025, la entidad encargada de coordinar la toma de muestras y sanciones aplicables en dicha materia realizó casi 2 mil controles en partidos de relevancia internacional y eliminatorias continentales para el torneo del próximo verano.
A diferencia de Qatar 2022, el despliegue contra el consumo de esteroides, diuréticos, narcóticos y otros componentes ilícitos será reforzado por la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (Usada, por sus siglas en inglés) con pruebas sorpresa en estadios y los propios hoteles de concentración de las selecciones participantes.
Según el informe más reciente del máximo organismo del futbol, alrededor de 76 por ciento de federaciones miembro –160 de 211 en total– participaron en las pruebas realizadas el pasado año deportivo. En ese tiempo, los jugadores bolivianos Ramiro Vaca y Boris Céspedes dieron positivo por sustancias utilizadas para contrarrestar los efectos de la altitud y recibieron sanciones por 8 meses y 2 años, respectivamente, de cualquier competencia oficial.
El ucranio Mykhailo Mudryk y el español Yeray Álvarez arrojaron el mismo resultado por consumo de meldonium (fármaco que mejora la resistencia) y el uso de medicamentos contra la caída de cabello.
“La vigilancia no distingue jerarquías”, advierte la FIFA sobre la normativa de su Unidad Antidopaje, trasladada en agosto a Miami, Florida, debido a su infraestructura avanzada y conectividad con los principales centros deportivos del continente. Desde sus nuevas oficinas, el máximo organismo que preside Gianni Infatino ha fortalecido el estándar de control con la USADA, que fue responsable de aplicar las medidas antidopaje en el Mundial de Clubes 2025.
De acuerdo con cifras oficiales, se efectuaron 738 controles en total (313 antes y 425 durante el torneo) y la FIFA llevó a cabo directamente 400 de ellos. Para la Copa 2026, ampliada de 32 a 48 selecciones, el número de exámenes puede alcanzar más del doble.
“Las pruebas se realizaron en los estadios, hoteles de concentración y las instalaciones de entrenamiento”, informó la unidad que combate el consumo de sustancias prohibidas desde Zúrich. “Se recogieron mil 159 muestras (738 de orina y 421 de sangre) y llevamos a cabo cuatro controles en competencias adicionales, como el partido clasificatorio entre Los Ángeles FC y el club América (correspondiente al repechaje)”. Las evidencias fueron enviadas para su análisis a laboratorios homologados por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), entre ellos el de la Universidad de California.
Los casos más recordados
En la edición 2022 de la Copa Mundial, el argentino Alejandro Papu Gómez, campeón del mundo con la Albiceleste, enfrentó una suspensión por dopaje que lo alejó del futbol durante dos años. “Dos días antes de la final contra Francia, me llegó un correo electrónico en el que me informaban que había dado positivo.
No sé si fue por la noticia, pero estuve con fiebre toda la noche”, relató a finales del año pasado, luego de que meses antes del Mundial ingirió un jarabe para la tos que contenía la sustancia terbutalina, prohibida por la AMA. Gómez perdió su lugar en la selección después del torneo y en 2023 fue sancionado por el fallo.
“Tanto si se trata del miedo a fracasar, un mal asesoramiento de entrenadores o médicos, porque se quiere acelerar la recuperación o por pura ignorancia, el dopaje en el futbol acaba siempre de la misma manera: el profesional no sólo echa a perder su carrera y daña su reputación, sino que sufre daños físicos y síquicos de por vida”, subraya al respecto la FIFA, cuya relación con la AMA y la Agencia Mundial Antidopaje de Estados Unidos se centra especialmente en la coordinación y aplicación de medidas para los próximos eventos deportivos en Norteamérica.
Paradójicamente, el antecedente más oscuro de estos controles remite a la edición de 1994, cuando el Mundial organizado por Estados Unidos se quedó sin una de las máximas leyendas de este deporte, el argentino Diego Armando Maradona, sancionado por un caso positivo de dopaje en un partido de su selección contra Nigeria.
En los resultados de la prueba de orina, los oficiales detectaron restos de hasta cinco productos, entre ellos efedrina, todos con efectos estimulantes, según la comisión médica de la FIFA. El caso terminó en un acuerdo político, dado que el máximo organismo se reservó la posibilidad de una sanción “una vez que termine la Copa del Mundo” y marcó el final de su carrera internacional.
En México, cinco jugadores –Antonio Naelson Sinha, Édgar Dueñas, Christian Bermúdez, Francisco Rodríguez y Guillermo Ochoa– arrojaron un resultado adverso por clembuterol al realizar un control en la Copa Oro 2011, realizada en Charlotte. La Federación Mexicana de Futbol decidió separar a los implicados y solicitó a Concacaf autorización para poder suplir-los con miras a la competencia. Cinco meses después de analizar las muestras, la AMA exoneró a los seleccionados al no encontrar pruebas suficientes sobre una ingesta intencional de dicha sustancia.
