- El bombero Christian Fabián Rodríguez Cisneros fue despedido como un héroe
Ciudad de México.- En el cumplimiento de su deber, un bombero perdió la vida en Irapuato, Guanajuato, pero su obra heroica no se quedó ahí porque además, después de morir, sus órganos fueron donados para ayudar a personas que los requieren.
El bombero Christian Fabián Rodríguez Cisneros fue despedido como un héroe. El 30 de marzo de 2025 sufrió un accidente cuando realizaba maniobras en un incendio que le ocasionó muerte cerebral; su familia aprobó la donación de sus órganos porque fue su voluntad en vida.
La Secretaría de Salud del Estado informó la procuración del corazón, ambos riñones y córneas del bombero, de 27 años de edad.
Este martes, el secretario de salud, Gabriel Cortés Alcalá, informó que se logró concluir el proceso de procuración de órganos en el Hospital General de Irapuato con licencia para este tipo de intervenciones de parte del Centro Estatal de Trasplantes.
El corazón ya fue trasplantado en un hospital privado de la ciudad de Monterrey para cubrir y responder desde Guanajuato a una urgencia nacional de este vital órgano.
Además, ambos riñones fueron trasplantados en el Hospital General de León y en el de Alta Especialidad del Bajío, así como las córneas ambas fueron trasplantadas en el Hospital General de León.
Se hizo la extracción de tejido músculo esquelético mismo que fue enviado al Instituto Mexicano de Biotecnología en la ciudad de Guadalajara.
Christian Fabián, bombero municipal y paramédico de la Cruz Roja, dedicó más de 7 años de su vida en esos servicios, hasta el domingo pasado que acudió a atender la explosión de un tanque con diésel en un incendio en una pensión de tractocamiones de la avenida Camino Real; al momento en que realizaba maniobras de enfriamiento sufrió quemaduras y cayó de una altura de 6 metros.
El donador fue recordado por sus familiares como muy trabajador, solidario y proactivo; sus seres queridos, compañeros y amigos lo despidieron con aplausos.
Tomaron la decisión de donar sus órganos porque en vida hizo su voluntad expresa de ser donador si algo le sucedía y así dar vida a pacientes que estuvieran en lista de espera de un órgano con fines de trasplante.