- El autor J. Jesús Esquivel expuso que su libro está basado en investigaciones periodísticas, entrevistas y documentos que detallan la crisis de seguridad pública tanto en México como en Estados Unidos
Ciudad de México.- Durante la presentación del libro Los cárteles gringos. La crisis del fentanilo en Estados Unidos y el fracaso de la DEA para combatirla, escrito por el periodista J. Jesús Esquivel, diversas voces del ámbito legislativo, académico y periodístico coincidieron en que el problema del narcotráfico no puede seguir siendo atribuido únicamente a México. Argumentaron que en territorio estadounidense existen grupos que actúan con la estructura de cárteles, aunque sean identificados oficialmente como “pandillas”.
El presidente de la Comisión de Economía en la Cámara de Diputados, Emmanuel Reyes Carmona, subrayó que el tráfico de sustancias ilegales, particularmente fentanilo, debe considerarse una responsabilidad conjunta entre ambos países. No obstante, señaló que Estados Unidos no reconoce oficialmente a las bandas delictivas ligadas al narcomenudeo como cárteles, lo que representa una contradicción frente a la magnitud del problema.
En este contexto, Reyes Carmona destacó que “el dominio de territorios completos por parte de narcotraficantes es existente en Estados Unidos, son calles y barrios diminutos controlados por pandilleros y clubes de motociclistas”. Afirmó que, debido al alto consumo de drogas en ese país, resulta urgente cambiar el enfoque con el que se nombran y combaten estos grupos criminales.
Por otro lado, el legislador reveló que la problemática del fentanilo no es nueva, ya que desde 2014 los opioides sintéticos han sido responsables de numerosas muertes por sobredosis en Estados Unidos. Aun así, la cooperación bilateral con México no inició sino hasta 2021. Entre 2014 y 2019, explicó, entre el 70 y el 80% del fentanilo decomisado tenía origen en China. Posteriormente, del 2019 al 2024, ocho de cada diez personas arrestadas por tráfico de esa sustancia en los cruces fronterizos fueron ciudadanos estadounidenses.
Reyes Carmona también hizo énfasis en el tráfico de armas: “el 74 por ciento de las armas que ingresan a México provienen de Estados Unidos”, aseguró, señalando que las pandillas estadounidenses son un eslabón clave en este intercambio ilegal. Frente a ello, llamó a desarrollar una estrategia coordinada que aborde tanto la seguridad como los aspectos comerciales entre ambos países. “No es camino de una sola vía; para erradicar este problema de raíz es necesario estudiar las causas de manera profunda y elaborar estrategias conjuntas”, afirmó.
Durante su intervención, el autor J. Jesús Esquivel expuso que su libro está basado en investigaciones periodísticas, entrevistas y documentos que detallan la crisis de seguridad pública tanto en México como en Estados Unidos. Criticó que el gobierno estadounidense construya un discurso en el que se presenta como víctima del narcotráfico. “De manera irracional el gobierno de Estados Unidos usa la narrativa de hacerse la víctima sobre lo que sucede respecto del narcotráfico”, señaló.
Esquivel también recordó que desde los años setenta, Washington ha mostrado una actitud pasiva ante el problema del consumo de drogas. A su juicio, esto afecta gravemente a la población de ambos países. “Es más fácil para ellos decir que los culpables están en México o en Colombia”, dijo. Asimismo, consideró que el gobierno norteamericano no aceptará su parte de responsabilidad: “no se van a dar un balazo en el pie. Es un negocio que impacta actividades como el envío de remesas, que le genera alrededor de mil millones de dólares al sistema financiero de ese país”.
En la misma presentación, la directora de la Facultad de Derecho de la UNAM, Sonia Venegas Álvarez, calificó el libro como una obra rigurosa que ayuda a comprender el fenómeno del narcotráfico. Señaló que, gracias a un lenguaje accesible, el texto permite entender cómo esta actividad delictiva impacta sobre todo a los jóvenes. Además, remarcó que el autor explica con claridad cómo las pandillas evolucionaron hasta convertirse en organizaciones criminales con alcance nacional en Estados Unidos.
La senadora Karina Ruiz Ruiz, quien ocupa la secretaría de la Comisión de Asuntos Migratorios, puso el foco en la estigmatización que enfrentan los migrantes. Según dijo, son usados como chivos expiatorios para ocultar otras responsabilidades en la crisis de drogas. “El tema de drogas no se acabará si en Estados Unidos no se reconoce como un problema de salud pública”, indicó.
Por su parte, el senador Juan Carlos Loera de la Rosa, presidente de la Comisión de Asuntos de la Frontera Norte, sostuvo que el combate al narcotráfico exige una visión integral. “Requiere coordinación frente a las aristas que abarca como el lavado de dinero, el tráfico de armas y la violencia”, comentó. Asimismo, insistió en que la prevención es la vía más efectiva para atender el problema desde la raíz.
Loera también abordó la importancia de trabajar con las nuevas generaciones, pues los jóvenes entre 12 y 16 años son los más vulnerables ante los grupos delictivos. En este sentido, consideró que el libro de Esquivel contribuye al debate y la reflexión sobre la responsabilidad compartida entre naciones. “Nosotros respaldamos la postura de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo sobre que no es conflicto unilateral, sino de toda la región”, apuntó.
Finalmente, el diputado federal Jesús Valdés Peña, al frente de la Comisión de Economía Social y Fomento del Cooperativismo, elogió el trabajo periodístico de Esquivel por colocar nuevamente el tema del narcotráfico en la discusión pública. “Es una investigación muy sustentada que nos ayuda a entender la importancia de la prevención, el tráfico de armas, el fentanilo y la agenda bilateral”, concluyó.