POR José Inés Figueroa Vitela
El Partido Verde Ecologista fue perdiendo su representatividad paulatinamente, y nunca entendió, o quiso entender los motivos.
Los rebeldes sin causa, que escalaron espacios de poder y representación de la mano de la Cuarta Transformación, , desde las alianzas, se perdieron en el viejo proyecto de trasladar el desgastado PRI, hace casi medio siglo, a un nuevo membrete.
Ahora sus gerentes, parecen instalados en la comodidad de la venta de candidaturas, aunque en el trayecto, sin las inercias del movimiento transformador, despojados de los votos originados en el pejismo -de AMLO-, no tienen mayor destino electoral.
Ese, que es un fenómeno con tendencia a generalizarse, por donde los verdes vayan “destetándose” de MORENA, en el Congreso Local ayer tuvo un episodio interesante.
La diputada ANA LAURA HUERTA VALDOVINOS, quien entre los de adeveras, destaca en productividad dentro de la actual legislatura local, ayer de plano renunció a su pertenencia al Verde, para en el acto sumarse a la bancada morenista.
Era “la última de las mohicanas”; ya antes habían seguido esa ruta BLANCA ANZALDÚA NÁJERA, KATALYNA MÉNDEZ CEPEDA y SILVIA CHÁVEZ; con ella fuera, el PVEM de plano se queda sin representación en el Congreso Local.
Hubo quien remitió el movimiento a una repercusión de los sucedidos del pasado fin de semana en Reynosa, cuando el Coordinador nacional del partido, ARTURO ESCOBAR, vino a formalizar el rompimiento de MAKI ORTIZ con el status quo estatal.
“Si, son cosas con los que una no está de acuerdo”, declaró, palabras más, palabras menos, la legisladora del segundo distrito neolaredense, al precisar que su salida del PVEM se dio, centralmente, porque la dejaron sola.
Ningún contacto tenía con los dirigentes y lo que trascendió, por otras vías fue, más bien, que desde el inicio de su gestión en repetidas ocasiones le estuvieron poniendo piedritas en el camino.
Lo de Reynosa, entonces, habría sido la gota que derramó el vaso.
La jornada legislativa de ayer, aparte, incluyó la integración de una comisión especial, para el seguimiento a las denuncias de corrupción en la Secretaría de Salud del Estado durante el pasado sexenio.
Mismas, que terminaron por demostrar que los hermanos CARMONA, con quienes hicieron negocios chuecos fue con el exgobernador prófugo y sus cercanos.
No es cosa menor, porque de la falsa información, inventada por FRANCISCO JAVIER “N” para atacar a MORENA y sus gobiernos, en la elección de su relevo, se desdobló toda una narrativa nacional de “narcopolítica-narcogobierno” de parte de la oposición en contra de MORENA, sus gobiernos, liderazgos y representaciones.
Tales afirmaciones, sin el menor sustento, ahora chocan con las pruebas que demuestras las reales complicidades entre los CARMONA y el gobierno estatal panista del sexenio anterior.
En sus lógicas, tales corrupciones se elevan en forma directa al mismo PAN en todas sus manifestaciones y al PRI, ahora su extensión, cuasi apéndice.
El peso de todas las verdades, con los mismos detractores desacreditados, caló hondo en en el primer informe de la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, donde a Tamaulipas no solo se le mencionó, se le subrayó… y no por casualidad.
Ahí quedó plasmado, entre cifras y proyectos, el claro aprecio que desde Palacio Nacional se tiene por este suelo fronterizo.
Algo tiene que ver —y mucho— la mano del gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, quien ha sabido hacer la fila en las ventanillas correctas y mover las piezas adecuadas en el tablero federal, con el resorte natural de su don de gentes.
En la materia que más duele -salud-, los reflectores apuntaron a las nuevas infraestructuras que este año entran en operación: el Hospital General de Ciudad Madero, bajo la sombrilla del IMSS-Bienestar, y su hermano del ISSSTE en Tampico.
A eso súmele la Unidad de Medicina Familiar en Gustavo Díaz Ordaz, mencionada nada menos que en la mañanera, donde lo que no se nombra, no existe.
El agua, siempre protagonista en estas tierras sedientas, también encontró su lugar entre los 20 proyectos estratégicos de la nación: la segunda línea del acueducto Victoria y los distritos de riego del. Norte de Tamaulipas para su tecnificación.
En el rubro de la seguridad, patrullajes, retenes móviles, y cooperación con el vecino del norte; todo, como parte del entramado binacional que se teje en la franja fronteriza. Tamaulipas, claro, al centro del escenario.
La modernización carretera no se quedó atrás: el Corredor del Golfo y el Puente Internacional Laredo se inscriben en el esquema mixto de inversión, que combina recursos públicos con privados, pero siempre bajo la batuta federal.
Y por la vía férrea, el proyecto para conectar Saltillo con Nuevo Laredo, con tren de pasajeros, además promete dinamizar el tránsito del comercio exterior. Porque no todo es tren Maya ni sureste.
Y si el discurso presidencial plantea a México como potencia portuaria, ahí están los puertos de Altamira y Matamoros, levantando la mano, con inversiones que hacen historia y proyectan a futuro.
En el nuevo modelo de reindustrialización —el llamado Plan México—, uno de los quince polos de desarrollo se ubica precisamente en Altamira, donde se estima atraerá capitales por 270 mil millones de dólares y generará 300 mil empleos en el sexenio.
¿Casualidad o consecuencia?
El lugar privilegiado de Tamaulipas en el primer informe de SHEINBAUM es resultado de gestiones, de entendimientos, y también de alineamientos. Porque aquí, lo que se calla, a veces también se dice.
Sí, le fue bien a Tamaulipas. Y en política, cuando las señales son buenas, lo sensato es leer entre líneas… y seguir caminando.